¿Qué tipo de perfume usar?
.jpg)
El tipo de perfume
El gusto, en cuestión de perfumes, varía mucho. De hecho, conforme pasan los años las razones del uso y selección de un perfume difieren en cada etapa de nuestra vida. Por ejemplo:
1) En la adolescencia el sentido del olfato está muy desarrollado. Mas la razón que lleva al uso de una esencia, en esta etapa de nuestra vida, es la de establecer la propia identidad.
En consecuencia el perfume ideal es un aroma sofisticado e inocente, el cual evoca, de forma inherente, a un olor peculiar, como el de la madre o el de la fruta favorita que, a la vez, circunscribe un territorio íntimo (al que nadie más tiene acceso).
2) A partir de los veinte el olfato alcanza su mayor nivel de sensibilidad. Éste traspasa toda delimitación del YO púber al yo sexual (en toda su plenitud): ahora el uso de una fragancia además de delimitar la identidad, incluye un toque de seducción.
Por ello, y como ejemplo socorrido, algunas mujeres dejan de preferir fragancias dulzonas y se inclinan por aquellas cautivadoras. Éstas contienen notas amaderadas o especiadas, que, traducidas, se categorizan en perfumes orientales.
3) A partir de los treinta y cinco años, y hasta los cuarenta y cinco, las capacidades olfativas empiezan a declinar. Ante tal hecho, la diferenciación de aromas resulta difícil, por lo que la elección de un perfume también lo es. Empero, la experiencia adquirida ayuda a escoger la fragancia favorita.
En este periodo la búsqueda de perfumes se dirige hacia las esencias maduras, así como eróticas. De ahí que el estilo no varíe mucho del gusto de veinteañeros, pues se prefieren los aromas especiados o con notas amaderadas (claro, con un toque de distinción: el de la madurez y la experiencia).
4) Por último, los mayores de cuarenta y cinco años verán disminuido, de manera más aguda, su sentido del olfato. En el caso de las mujeres se piensa que ello es consecuencia de la pérdida de estrógeno ocurrida durante la menopausia, que no es sino un cambio hormonal.
Es a partir de este periodo cuando se debe tener cuidado en la cantidad de perfume a utilizar, puesto que se corre el riesgo de utilizar demasiado. El gusto se inclina hacia los perfumes florales intensos (el cual se acrecenta después de los sesenta años).
Así, pues, el tipo de esencia varía según gustos e ideas propias, aunque su uso pasa a ser más un adorno social y una costumbre ya adquirida por los años.
El gusto, en cuestión de perfumes, varía mucho. De hecho, conforme pasan los años las razones del uso y selección de un perfume difieren en cada etapa de nuestra vida. Por ejemplo:
1) En la adolescencia el sentido del olfato está muy desarrollado. Mas la razón que lleva al uso de una esencia, en esta etapa de nuestra vida, es la de establecer la propia identidad.
En consecuencia el perfume ideal es un aroma sofisticado e inocente, el cual evoca, de forma inherente, a un olor peculiar, como el de la madre o el de la fruta favorita que, a la vez, circunscribe un territorio íntimo (al que nadie más tiene acceso).
2) A partir de los veinte el olfato alcanza su mayor nivel de sensibilidad. Éste traspasa toda delimitación del YO púber al yo sexual (en toda su plenitud): ahora el uso de una fragancia además de delimitar la identidad, incluye un toque de seducción.
Por ello, y como ejemplo socorrido, algunas mujeres dejan de preferir fragancias dulzonas y se inclinan por aquellas cautivadoras. Éstas contienen notas amaderadas o especiadas, que, traducidas, se categorizan en perfumes orientales.
3) A partir de los treinta y cinco años, y hasta los cuarenta y cinco, las capacidades olfativas empiezan a declinar. Ante tal hecho, la diferenciación de aromas resulta difícil, por lo que la elección de un perfume también lo es. Empero, la experiencia adquirida ayuda a escoger la fragancia favorita.
En este periodo la búsqueda de perfumes se dirige hacia las esencias maduras, así como eróticas. De ahí que el estilo no varíe mucho del gusto de veinteañeros, pues se prefieren los aromas especiados o con notas amaderadas (claro, con un toque de distinción: el de la madurez y la experiencia).
4) Por último, los mayores de cuarenta y cinco años verán disminuido, de manera más aguda, su sentido del olfato. En el caso de las mujeres se piensa que ello es consecuencia de la pérdida de estrógeno ocurrida durante la menopausia, que no es sino un cambio hormonal.
Es a partir de este periodo cuando se debe tener cuidado en la cantidad de perfume a utilizar, puesto que se corre el riesgo de utilizar demasiado. El gusto se inclina hacia los perfumes florales intensos (el cual se acrecenta después de los sesenta años).
Así, pues, el tipo de esencia varía según gustos e ideas propias, aunque su uso pasa a ser más un adorno social y una costumbre ya adquirida por los años.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario